Para emprender hay que atreverse

Fue en un carrito sandwichero que Sandra Pérez Medina decidió iniciar su vida como emprendedora hace casi dos años. Partieron vendiendo sándwich en un carrito que llevaban a los lugares de mayor afluencia de público durante Fiestas Patrias u otras fiestas importantes en el año.Cuando se vieron en condiciones de emprender, arrendaron un local en la esquina de O’Higgins y General Lagos, lo arreglaron y abrieron allí las puertas del Salón de Té y Restaurante Kaypí, que en idioma quechua quiere decir “Aquí”.

Sandra está contenta, porque a pesar de las dificultades, dudas e incertidumbre que tuvieron en un comienzo les ha ido bien y no pocos de los clientes que atendió en su anterior trabajo, la han ido a visitar y comprar los ricos pasteles que vende.Reconoce también lo valioso que fue para ella el haber participado en un Programa de Emprendimientos Locales (PEL) , con el que pudo recibir un aporte para adquirir una máquina para preparar café.Toda su experiencia como trabajadora independiente le ha dado la seguridad para pensar en ampliarse y también dar consejos a los que tienen todas las ganas de emprender, pero aún no se deciden.

“Hay que atreverse no más, porque nosotros igual nos arriesgamos al quedarnos acá, donde al comienzo pensábamos que no nos iba a ir también, pero gracias a Dios nos ha ido bien. Hay que atreverse, seguir adelante y aprovechar la ayuda que da el Estado a los emprendedores, que es harta”, expresó la emprendedora.