El reto de emprender
27.09.2014 20:32
Hace 30 años Leonilda Jordán Roche instaló un pequeño almacén en su casa del sector de Cancha Rayada en la ciudad de Arica como una forma de mantener a su familia. Luego, con el tiempo y al ver las necesidades de los vecinos, se le ocurrió ampliarse a un centro de llamados. Posteriormente, al estar ubicado su negocio frente a un concurrido consultorio municipal, también observó la falta de un lugar para comer o simplemente tomar un refrigerio por parte de las personas que allí acudían. Su respuesta a eso fue instalar un restaurant y sándwich al paso.
“Soy una mujer de proyectos, siempre quiero hacer cosas, veo lo que la gente busca, sus necesidades. He buscado lograr mis sueños y, aunque empecé un poco tarde, me ha resultado bien”, dice Leonilda de 60 años, cuyos clientes son tanto funcionarios del consultorio como vecinos del sector. Le da trabajo a cuatro personas.
Gracias a un crédito con Garantía Corfo a través de Banco Estado esta comerciante de 60 años pudo ampliar el inmueble y refinanciar su deuda. Hace poco se compró una nueva vitrina para sus productos y en lo sucesivo piensa renovar parte de la maquinaria. “Yo veo la necesidad de hacer negocios más completos. Vendo agua, gas, tengo Caja Vecina, artículos de librería. Pero acá en el sector falta por ejemplo una casa de cumpleaños”, comenta.
Si bien en un comienzo el resto de su familia también participaba de la actividad, Leonilda se separó de su marido y sus hijos se casaron y siguieron su vida aparte. Actualmente vive con su hija menor y su nieta de 3 años la acompaña. “Ella heredó lo de comerciante”, concluye.
Conoce la historia de una emprendedora ariqueña que ha sabido diversificar sus negocios y hoy sigue proyectándose para satisfacer las necesidades de su comunidad.
Hace 30 años Leonilda Jordán Roche instaló un pequeño almacén en su casa del sector de Cancha Rayada en la ciudad de Arica como una forma de mantener a su familia. Luego, con el tiempo y al ver las necesidades de los vecinos, se le ocurrió ampliarse a un centro de llamados. Posteriormente, al estar ubicado su negocio frente a un concurrido consultorio municipal, también observó la falta de un lugar para comer o simplemente tomar un refrigerio por parte de las personas que allí acudían. Su respuesta a eso fue instalar un restaurant y sándwich al paso.“Soy una mujer de proyectos, siempre quiero hacer cosas, veo lo que la gente busca, sus necesidades. He buscado lograr mis sueños y, aunque empecé un poco tarde, me ha resultado bien”, dice Leonilda de 60 años, cuyos clientes son tanto funcionarios del consultorio como vecinos del sector. Le da trabajo a cuatro personas.
Gracias a un crédito con Garantía Corfo a través de Banco Estado esta comerciante de 60 años pudo ampliar el inmueble y refinanciar su deuda. Hace poco se compró una nueva vitrina para sus productos y en lo sucesivo piensa renovar parte de la maquinaria. “Yo veo la necesidad de hacer negocios más completos. Vendo agua, gas, tengo Caja Vecina, artículos de librería. Pero acá en el sector falta por ejemplo una casa de cumpleaños”, comenta.
Si bien en un comienzo el resto de su familia también participaba de la actividad, Leonilda se separó de su marido y sus hijos se casaron y siguieron su vida aparte. Actualmente vive con su hija menor y su nieta de 3 años la acompaña. “Ella heredó lo de comerciante”, concluye.